Hoy es el día de la madre
y con ella fui a la casa del Padre,
conminándola a que pidiéramos, sin ella limitarse.
Yo la saludé en la mañana con los primeros rayos del Sol,
y vi su rostro acongojado por el frío estupor,
de no saber que pedirle a nuestro más grande procurador.
Impactado quedé por el día de la reunión,
dado que con el consejo sellábamos nuestra santa comunión.
Penta son los días que se sucedieron,
y yo en la casa del padre saludé a mi madre,
como los maestros del infinito me dijeron.
fijate.cl
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